Las medidas que favorecen y sacan el máximo provecho de los talentos son muy llamativas para las empresas, el efecto Hawthorne es crucial para ello. La gestión de talentos dentro de cualquier empresa, todo lo referente a Recursos Humanos, tiene mucha relación con este efecto.
En la actualidad, todos los nuevos talentos que se integran a un negocio deberían ser un factor clave para el éxito de la misma. ¿Lo tienes claro en tu empresa? Los experimentos en Hawthorne nos dan muchas pistas para obtener resultados positivos.
¿Qué es el efecto Hawthorne?
Según Wikipedia, es «cuando los individuos modifican o mejoran un aspecto de su comportamiento al ser observados». El término proviene de las afueras de Chicago, aproximadamente desde los años 1924 a 1932. El objetivo era llevar a cabo una serie de experimentos y estudios para encontrar la forma de aumentar la productividad de los trabajadores.
En un lugar de trabajo, presencial o remoto, el efecto Hawthorne explica cómo un profesional puede ser mucho más productivo si recibe la atención necesaria de sus gerentes, compañeros de trabajo o clientes. Dejando claro que, el rendimiento aumenta cuando los talentos están siendo atendidos bien de cerca.
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Todo empezó con experimentos usando bombillas, donde el investigador Henry A. Landsberger, en la planta de la empresa Western Electric Company, realizó cambios en la iluminación (utilizando diferentes intensidades) para medir efectos positivos o negativos de los trabajadores en sus ambientes de trabajo.
Hacían que una habitación fuese más brillante (aumentando la cantidad de bombillas), y los profesionales terminaban siendo ligeramente más productivos. Luego, disminuían la iluminación y la productividad volvía a sus niveles normales. Esto arrojó la conclusión de que actuar basándote en las necesidades de tus talentos puede aumentar tu productividad a largo plazo.
¿Qué aportan los resultados de estos estudios a las empresas?
Los aportes de los estudios del efecto Hawthorne en la gestión de talentos para las empresas son evidentes. Determinan que conociendo la necesidad de tus talentos con encuestas de clima laboral, reuniones productivas, análisis de rotación de talentos… a la vez que se ponen en marcha medidas para contrarrestar lo negativo, el desempeño aumenta considerablemente.
Se resalta la importancia de que debe estar todo alineado entre la gestión de talentos y la estrategia de crecimiento de la empresa. Por lo que la comunicación pasa a ser algo crucial internamente.
Vivimos en un mundo donde el 68% de los gerentes no están comprometidos con el buen desarrollo de sus talentos a cargo. Esto quiere decir que, aunque suene evidente y lógico darle prioridad a las necesidades reales de nuestros talentos para que sean más productivos, aún no ocurre al 100%.
Aplicando de forma práctica todo esto en nuestro negocio
Para la gestión de talento nos queda claro que es la mejor opción, mientras exista un buen seguimiento de los comportamientos y necesidades internas de los profesionales. Las formas de aplicar esto y generar resultados positivos son:
- Generar situaciones novedosas: es momento de acabar con la «rutina», donde el nivel de superación de tus talentos disminuye. Otorgar los elementos necesarios que motiven e inviten a los profesionales a dar lo mejor de sí mismo es valioso, con las herramientas innovadoras que sean necesarias.
- Los pequeños cambios también cuentan: los beneficios sociales, laborales, incentivos, felicitaciones en el momento indicado… todo cuenta. También vigilar el rechazo que pueda generar los pequeños cambios, para seguir mejorando.
- Observar productivamente: vigilar constantemente puede generar un síntoma de desconfianza en tus talentos. Pero, si los resultados de ser observado son positivos en beneficios, reciben buen feedback, tus talentos lo notan y siguen siendo productivos, entonces estas dominando el arte de observar productivamente.
- Cuidado con el aburrimiento: los nuevos objetivos son esenciales en cualquier puesto de trabajo, con propuestas interesantes y performances que hagan que se apasionen por sus labores.
¿Cómo hacer que los talentos se “pongan la camiseta” de tu empresa? Te contamos todo lo que necesitas saber para esto.
Los líderes, cuando se dan cuenta de que sus talentos no están rindiendo como deberían o como en otras temporadas lo hacían, no enfrentan este tema directamente con sus empleados. Todo, por el temor de que el problema sea monetario. En muchos casos, como lo indica el efecto Hawthorne, es por necesidades o intereses más simples.
La conclusión sobre el efecto Hawthorne
Tiene una gran utilidad para procesos de gestión de talentos y liderazgo. También, nos muestra que el entorno donde se encuentren tus talentos (casa, de viaje, oficina…), además de las herramientas que usen (PC, móvil…), influye en el desempeño de los mismos.
La conciliación laboral forma parte esencial en este punto, las relaciones entre tus talentos pueden fortalecer su motivación y también afectar el éxito de tu empresa.
La gestión de talentos no debe ser intuitiva, lo que te lleva a que sea exitosa es alcanzar metas y objetivos, por lo general, encontrando la manera de la cadena de personas se vean y sientan mejor avanzando junto a ti. La microgestión no funciona en estos casos.
¿Te preocupa la correcta selección, contratación y gestión de tus talentos? No debería pasar más. Teniendo un aliado estratégico para perfeccionar todos estos procesos, como Interfell, te permitirá mejorar tu ROI, tu productividad y la estabilidad a largo plazo que necesita tu negocio.
