Esa situación sin duda genera un gran desánimo en cualquier aspirante y más si se ha repetido ya en varias oportunidades. Y te preguntas: ¿Habré hecho algo mal?, ¿No respondí adecuadamente al reclutador?, ¿Qué me faltó por hacer o decir?
Las respuestas a tus interrogantes pueden ser muchas, por ejemplo:
1) La empresa consiguió un candidato con un mejor perfil para el cargo en cuestión.
2) El proceso de selección aún no se ha cerrado, o la empresa decidió poner en espera la posición.
3) Puede ser que estés sobrecualificado para el cargo.
4) La empresa revisó tu reputación online y no quedó conforme con lo que encontró de ti.
5) Tus respuestas fueron muy generales, habituales, y no inspiraste confianza en tu reclutador.
6) Mostraste total desconocimiento de la empresa a la que aspirabas ingresar.
7) Fuiste demasiado parco, no hiciste preguntas o te pillaron en alguna mentira.
Evidentemente, si ocurrió alguna de esas situaciones, es claro por qué no te llamaron.
¿Sabes lo importante que es contar con un portafolio digital? Te contamos todo.
Es importante que escuches los consejos de expertos en selección de personal para las futuras ofertas de empleo a las que acudas y logres superar esos obstáculos que hasta ahora no has podido vencer, consiguiendo ese trabajo por el cual tanto te has esforzado:
1) Ten un discurso profesional. Habla con claridad y transparencia acerca de tu preparación y de tus experiencias laborales anteriores. Muestra seguridad y credibilidad en tus respuestas. Visualízate ejerciendo el trabajo al que aspiras en la entrevista y procura lucir convincente y confiable.
2) Deja ver tu actitud positiva y resolutiva, y tu capacidad para trabajar en equipo de forma colaborativa.
3) Evita presentarte a las ofertas de trabajo desaliñado o con ropa arrugada. Tu presencia personal es clave para esa mejor idea que se deben hacer de ti.
4) Igualmente, sé puntual. Aun si la oferta es en remoto, la puntualidad es un plus. Es el primer indicador de tu responsabilidad laboral y del interés que tienes en acceder al cargo que ofrecen.
5) Evita aparentar, ser quien no eres. Y mucho menos mentir. Tarde o temprano todo se sabe. Como dice el dicho “La mentira tiene patas cortas”.
6) Conoce tus fortalezas y debilidades y ten la disposición para conversarlas. Si el reclutador te pregunta por ellas, tienes que ser capaz de tratar el tema sin imprecisiones ni generalidades.
7) Controla tus emociones. Evita los nervios y las actitudes conflictivas. Muéstrate empático y motivado ante las preguntas del entrevistador.
8) Y por nada del mundo, hables mal de tus compañeros, jefes u empleos anteriores. Quien así lo hace, inmediatamente hace pensar a su interlocutor que hará lo mismo en un futuro con la organización a la que intenta ingresar.
No te desanimes, y mantente en movimiento. Sigue buscando ese empleo que coincida con tu perfil y con tus deseos. La motivación es fundamental para lograr lo que uno se propone y para que la próxima vez que toques a las puertas de un empleador tengas todas las posibilidades a tu favor.