Todos tenemos en nuestra mente recuerdos, buenos o malos, de nuestros jefes laborales. Pero un gran líder será difícil de olvidar con el tiempo.
El 77% de los empleados experimentan estrés en algún momento de su jornada porque tienen malos líderes a su lado, según una encuesta de Keas.com. El estrés en el trabajo puede ser algo que lleve a todo tu equipo a ser menos productivo, estar desmotivado y sobre todo irse de la empresa.
¿Sabes cómo disminuir el agotamiento y estrés laboral en tus talentos? Te lo contamos.
Hay señales para ir evaluando si eres un gran líder para todo tu equipo o una mala influencia para ellos. La gestión de talentos no es una tarea sencilla, pero, para empezar, puedes darle un vistazo a esta lista y trabajar en lo que haga falta.
1.- Los talentos comparten contigo sus problemas
Cuando los talentos a tu cargo se acercan a ti con sus problemas, no debería desesperarte, ya que es una buena señal de que confían en ti y saben que les darás una buena respuesta a cambio.
Esto puede ir disminuyendo al pasar el tiempo, porque un buen líder también ofrece las herramientas para que los profesionales puedan resolver inconvenientes de forma autónoma.
“Liderazgo es resolver problemas. El día que los soldados dejen de traerte sus problemas es el día que tú has dejado de liderarlos”, frase del general Colin Powell, ex-Secretario de Estado de EE. UU.
Cuando tus talentos te necesiten, como líder, debes estar presente para ayudar con empatía ante sus problemas.
2.- Te das responsabilidad a ti mismo y los demás
Es clave poder saber aceptar la responsabilidad, sobre todo cuando se falla. En el libro Extreme Ownership puedes encontrar más a detalle de que trata todo esto.
Un verdadero líder es capaz de tomar la responsabilidad o compartir los desacuerdos con sus talentos a cargo de la mejor forma posible.
“Es fácil ser un hombre santo en la cima de una montaña”. Comentó W. Somerset Maugham, considerado el escritor más popular y mejor pagado del mundo.
Cuando se «pierde» o «gana» es relevante conocer y tener claro el ahora que sigue, ya que tus palabras o decisiones van directamente a la autoestima en el ambiente laboral de muchos a tu alrededor.
Asumir responsabilidades correctamente está bien valorado por los talentos en estos tiempos para reconocer de buena forma a su líder.
3.- Usas las emociones a tu favor
Empezando por tus propias emociones, un líder debe poder sentirse seguro y controlar las emociones para otorgarle lo que el equipo necesita, en el momento, lugar y con las palabras correctas.
Cuando las emociones te dominan, puedes comenzar a flaquear en tu liderazgo, ser más impulsivo, lo que llevará a que la confianza de tu equipo disminuya.
Lo ideal es encontrar un equilibrio para ser una base firme para tu equipo cuando lo necesite, pero también un puerto naval seguro donde puedan acudir y ser escuchados. La escucha activa es importante en este último caso.
4.- Vives la lealtad de tu equipo, siendo tus actos la consecuencia de ser un gran líder
Sentir la lealtad proveniente de todos, incluso los empleados que menos se relacionan contigo en muchas cosas, es un síntoma de ser un excelente jefazo.
Cuando la lealtad va combinada con humildad, lo que lleva a defender a tu equipo, incluso cuando estos no se enteren nunca, te hace diferenciarte significativamente del resto.
Aquí vuelve a ser necesario el control de las emociones, para usar todo el coraje y tomar medidas cruciales. Las consecuencias son positivas en la mayoría de los casos.
5.- La gente no siempre está «feliz» contigo y todas tus decisiones
Y no, no puedes hacer feliz a tu equipo todo el tiempo. Parte de ser un gran líder depende de los desafíos que tengas para cada uno de ellos, empujarlos fuera de su zona de confort, para bien, se traduce a desacuerdos en muchos casos.
Dices la verdad, aunque duela. Incluso, pides más de las personas de lo que creen que pueden dar de sí mismas.
Si consideras que ofreces las herramientas necesarias, si tu objetivo es el crecimiento profesional de tus talentos y estas defendiendo los principios correctos de tu negocio, entonces no debe preocuparte mucho por esto.
“Un jefe lleva a las personas a donde quieren ir. Un gran líder lleva a las personas a donde no necesariamente quieren ir, pero deberían estar”. Dicho por la ex-primera dama de los EE.UU. Rosalynn Carter.
Algunas claves extras para comenzar o seguir mejorando en el camino de ser el líder indicado.
Todo el que alguna vez práctico o practica deportes sabe que, para lograr tu mejor nivel o momento, necesitas de cierta cantidad de «energía nerviosa» o lo que conocemos como estar bajo presión. Por eso, si deseas ser un gran líder para tu equipo, debes llevarlos a donde quizás no quieran ir, pero se verán beneficios.
Llevarlos a este punto, de la mejor forma posible, significa:
- Comenzar poco a poco: la ansiedad o presión debe ir midiéndose, para que no se transforme en estrés.
- Ten las metas muy claras: es más fácil mantener a todos motivados cuando hay metas claras.
- Acompaña esas metas, con una misión y visión inspiradora.
- Anímate a romper esquemas o protocolos para innovar si es necesario.
- Aprende a aceptar el fracaso: esto puede ocurrir ocasionalmente cuando se intenta algo nuevo.
- Para finalizar, lleva a tus talentos a una óptima mezcla de ansiedad y comodidad.
Seguramente existen muchos buenos rasgos que representan a un gran líder, pero estos 5 son realmente vitales para saber si lo eres o vas por buen camino con tu equipo. Un buen liderazgo para tus equipos presenciales o en remoto se puede traducir a muchos éxitos para tu startup.