Comenzar un emprendimiento propio o iniciar una startup es una de las tendencias que más ha crecido en los últimos años. Los modelos de negocio tipo startups son bastante conocidos, sobre todo por la capacidad de atracción de clientes o de crecimiento en poco tiempo, si las respaldan buenas ideas de negocio.
El objetivo de este tipo de empresas es lograr ser unicornios, cada una en su sector. Hay que tener en cuenta que muchos modelos de startups están destinados a fracasar, un aproximado del 50% lo hacen.
Puedes darle un vistazo a cómo ePayco, empresa fintech, conformo un equipo de más de 30 personas, reduciendo los tiempos de contratación en un 66% con staffing.
El éxito de cualquier tipo de empresa se basa en una excelente planificación, estrategia y ofrecer una solución a un mercado. Además de contar con algunas cosas adicionales para lograr el boom.
Primero que nada, define tu idea de negocio
Aunque suene obvio, es necesario tener una magnífica idea para iniciar una startup. Hay que tener claro a quiénes nos dirigiremos, por qué, quién comprará el producto o servicio y hasta conocer cuáles son los competidores.
Los estudios de mercado son importantes para lograr obtener buenas ideas e implementarlas en tu negocio. Con este estudio podemos saber lo que podemos abordar, quienes se beneficiarán de nuestra idea y fortalecerla cada vez más.
Es parte de la esencia que tendrá tu negocio, brindará la seguridad para dar los siguientes pasos que se necesiten y no morir en el intento. Esa idea una vez se tiene clara es bueno convertirla en una estrategia comercial.
Contar con una estrategia comercial es esencial para iniciar una startup
¿Tienes una tienda de manzanas, pero las personas pasan y no voltean a ver el estante donde las exhibes? Pues tienes un problema de estrategia comercial. En el mundo digital es similar, aunque se solucionan de manera diferente.
Esto son algunas de las cosas que debes llevar a cabo para diseñar tu propia estrategia comercial y así iniciar una startup:
- ¿Ya sabes cómo desean tus clientes que sea tu empresa? Y no, la empresa no se tiene que adaptar a tus necesidades como emprendedor siempre. Lo más importante es la verdadera solución que podemos ofrecer a los clientes y tenerlo claro desde el principio. Saber qué necesitan y cómo poder ayudar a tus posibles clientes es la base de toda estrategia comercial.
- ¿Tienes objetivos y metas claras? Debes tener metas a corto, mediano y largo plazo, analizar hacia dónde irá dirigida tu empresa y medirlo con tiempos prudentes. Trabaja con KPI bien organizados y vigila que se cumpla todo de cerca. Las analíticas son tus amigas, no enemigas a combatir.
- ¿Ya elegiste un tipo de estrategia comercial? Estas pueden ser: por producto, precio, basadas en la comunicación y también de distribución. "En tu estrategia comercial puedes tener diferenciación por costes, diferenciación de producto o diferenciación por el nicho al que te diriges", comenta Jorge Dobón, CEO de Demium.
- Todo listo para ejecutar tu estrategia. Si tienes todo, es hora de unir los puntos y comenzar a ejecutar tu estrategia comercial. No olvides como siempre medir los resultados, te ayudará a mejorar y saber si vas por buen camino.
Hay que revisar los requisitos legales
Una vez tu estrategia de comercio está a tope, no debemos olvidarnos de la parte menos romántica, todo lo que tiene que ver con papeleos y asuntos legales.
Llevar a cabo el registro de la marca, optar por las licencias necesarias y concretar todo esto te ayudará a ser reconocido verdaderamente como un negocio. Ten en cuenta que en este punto muchos gobiernos regulan a las empresas a nivel nacional, estatal y local, debes verificar todo en estos tres niveles.
Se necesita de una táctica para encontrar clientes
Desde promocionarte en las redes sociales hasta incluso crear tu tienda online, todo inicio necesita de una presencia en línea. Acompañado del conocimiento de tu nicho, al tener clara la estrategia de comercio, es hora de vender tu producto o servicio.
En este punto es necesario generar tácticas de atracción de leads, con la ayuda del marketing, los testimonios y hasta el boca a boca al consumir tu producto. Ese motor de adquisición de nuevos clientes no debe parar, para poder generar la demanda necesaria y así avanzar al siguiente paso con mayor certeza.
El financiamiento externo para hacer crecer o iniciar una startup
Aunque este punto lo encontramos al final, puede ir acompañándonos desde el principio de todo, desde la construcción del negocio hasta que se tienen ganancias constantes.
Para que los negocios inicien o crezcan necesitan de un buen capital, algunos fundadores se financian ellos mismos por completo, pero por lo general, el capital externo siempre es necesario. Algunos de los capitales externos más comunes son:
- El crowdfunding o financiamiento colectivo: es un modelo de financiamiento que busca apoyar ideas, a cambio de recompensas o participaciones altruistas. Casi siempre se ubican en proyectos artísticos, musicales o sector educativo con mayor facilidad. El emprendedor debe enviar su proyecto, es valorado, publicado en alguna plataforma como (Kickstarter o Indiegogo), se promociona y se opta por la financiación si se puede.
- Préstamos de otras empresas: si se cuenta con una magnífica idea acompañada de un plan sólido de cómo se gastará la inversión, un banco, prestamista o una organización de microcréditos puede ser de utilidad.
- El seed financing o financiamiento de semilla: incluso puede ser conocida como la "financiación inicial", representa a la etapa donde los inversores comprometen su capital a cambio de acciones de una empresa. En el financiamiento inicial, cuando la startup es vendida o liquidada, los inversores tienen derecho a recuperar su inversión, y en algunos casos, dividendos o preferencias de liquidación.
- Capital de riesgo: un porcentaje muy exclusivo de startups son aptas para este tipo de financiamiento. Hay que lograr demostrar que verdaderamente puedes aumentar el valor de tu negocio con una cantidad significativa de capital. Las empresas inversoras en capitales de riesgo exigen gobernanza, algunos derechos en tu negocio o un asiento en la junta directiva.
No es fácil ser el fundador de un nuevo proyecto, iniciar una startup necesita de pasos sólidos, algunas cosas legales y muy buenas ideas.