En estos tiempos en los que las distancias físicas se disuelven entre pantallas y redes, y en donde el trabajo remoto deja de ser una alternativa para convertirse en un estilo de vida, las empresas enfrentan un desafío que va más allá de los números.
Pero, ¿cómo lograrlo?
Acompáñanos y te mostraremos esos tres pilares en los que descansa la solidez de una marca empleadora: el clima organizacional, la cultura corporativa y el performance individual y de la empresa
Estos aspectos son los cimientos que, bien trabajados, transforman equipos en comunidades, y colaboradores en embajadores.
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Te invitamos a oír nuestro último podcast con Catalina Yañez
Marca empleadora: Clima, cultura y performance
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I. El clima organizacional: La atmósfera que respiran tus equipos
El clima organizacional es como el aire que rodea a cada colaborador. Un aire fresco, limpio y agradable inspira productividad, mientras que un ambiente pesado, lleno de estrés o incertidumbre, puede sofocar la motivación.
Cuando hablamos de equipos remotos, el desafío es aún mayor. Los empleados no comparten físicamente una oficina, pero eso no significa que no puedan sentir el “clima” de la empresa. La clave aquí es la comunicación. A través de reuniones virtuales regulares, espacios para compartir ideas y, sobre todo, momentos para conectar de manera humana, las empresas pueden crear un clima organizacional positivo. Las herramientas tecnológicas como Slack, Zoom o Microsoft Teams, más allá de ser instrumentos de trabajo, deben convertirse en puentes que acerquen y fortalezcan las relaciones entre los equipos.
Tabla: Indicadores claves de un buen clima organizacional
Cuidar el clima organizacional no es solo una medida para evitar que los empleados se vayan, sino una forma de fidelizarlos. En un estudio de Gallup (2023), las empresas con un clima laboral positivo redujeron la rotación de empleados en un 50%, y ese es el desafío para los equipos remotos, asegurarse que sus integrantes se sientan parte de una comunidad, aunque estén a kilómetros de distancia unos de otros.
II. La cultura corporativa: El ADN de la empresa
La cultura corporativa es ese conjunto de valores, normas y comportamientos que definen quién eres como empresa. Es el reflejo de tus creencias más profundas y se manifiesta en cómo los empleados interactúan entre ellos y con el mundo exterior.
Una cultura sólida actúa como una brújula que guía a los equipos remotos, dándoles un sentido de dirección incluso cuando no están bajo la supervisión constante de sus líderes. En este sentido, una cultura corporativa fuerte no solo atrae talento, sino que lo retiene.
El Employer Branding Institute señala que el 86% de los empleados consideran la cultura corporativa como uno de los aspectos más importantes a la hora de decidir quedarse o no en una empresa, y en buena medida, ello depende de la forma en la que la organización maneje sus comunicaciones, y de cómo transmite sus valores, no solo en sus mensajes externos, sino también en las interacciones diarias dentro de los distintos equipos.
Cuadro: Ejemplos de valores en la cultura corporativa
III. La performance empresarial: El reflejo del éxito conjunto
Finalmente, la performance es el espejo que muestra los resultados del esfuerzo colectivo. Una empresa que se preocupa por el bienestar de sus empleados, que cultiva una cultura fuerte y que cuida su clima organizacional, inevitablemente verá una mejora en su performance.
El reto con los equipos remotos es medir el desempeño sin caer en una cultura de control excesivo. Las métricas de performance deben estar alineadas con los objetivos de la empresa, pero también con el bienestar de los empleados. Las evaluaciones de desempeño y los objetivos SMART son herramientas valiosas para esto, siempre y cuando se utilicen de manera que no se perciban como una presión, sino como una guía hacia el éxito conjunto.
Cuadro: Métricas de la performance operativa en equipos remotos
La importancia de la comunicación y la fidelización en los equipos remotos
No importa cuán fuerte sea la cultura o cuán alto sea el rendimiento de tu empresa, sin una comunicación efectiva y constante, todo puede venirse abajo y desmoronarse.
En los equipos remotos, donde las interacciones espontáneas son más difíciles, es crucial implementar estrategias de comunicación que mantengan a todos conectados, informados y alineados con los objetivos corporativos.
Las plataformas colaborativas, las reuniones periódicas de check-in y los espacios para el feedback constante son esenciales para asegurar que cada miembro del equipo sienta que su voz importa, sin importar dónde se encuentre.
La comunicación no solo fortalece la cohesión del equipo, sino que, cuando se maneja bien, se convierte en la mejor herramienta para la fidelización.
Y algo que no debemos olvidar, el valor de la empatía. Es muy importante entender que cada miembro del equipo es un ser único, con sus desafíos y su contexto particular, y reconocerlo así es lo que hace que las empresas, no solo mantengan a sus empleados, sino que arraiguen en ellos el mejor sentido de pertenencia.
Reflexión final
Fortalecer la marca empleadora en un mundo donde el trabajo remoto es una realidad no es solo una estrategia, es un compromiso. Un compromiso con el bienestar de quienes forman parte de tu equipo, con la construcción de una cultura que trascienda la distancia, y con la creación de una empresa cuyo éxito sea el reflejo del esfuerzo de todos.
Las empresas que logran armonizar estos tres pilares, el clima organizacional, la cultura corporativa y la performance operativa, son las que no solo atraerán al mejor talento, sino las que lo mantienen a su lado, año tras año, desafiando las barreras del tiempo y el espacio.
Entonces,
¿Estás dispuesto a construir una marca que deje una huella imborrable en quienes te eligen como empleador?
Palabras Clave:
Marca empleadora, clima organizacional, cultura corporativa, performance empresarial, comunicación, fidelización, empatía.