Los entornos VICA y cómo enfrentarlos con éxito

Los entornos VICA y cómo enfrentarlos con éxito

Vivimos tiempos de la “modernidad líquida” (Zigmunt Bauman). Todo es cambio, fluidez, adaptación y flexibilidad.

Los cambios que vivimos son irrecuperables, lo cual no solo afecta a las personas, sino que también lo hace con el trabajo y las empresas, muchas de las cuales sucumben al no poder adaptarse a las n uevas circunstancias como para sobrevivir.

Y la transformación digital tiene buena parte de la responsabilidad.Día a día, por efecto del boom tecnológico, los entornos laborales se hacen cada vez más volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VICA).


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Entornos VICA. ¿Qué son y qué significa?

VICA es un acrónimo que describe de forma resumida la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad que se observan en distintos entornos producto de la era digital.

1) Volatilidad: La velocidad, el volumen y la magnitud de los procesos de producción cambian de manera brutal, y surgen turbulencias en todos los órdenes, sociales, económicas y hasta financieras, como la ocurrida en 2008 en EE. UU. en el sector inmobiliario que hizo tambalear a sectores muy sólidos de la economía como la banca y los seguros.

2) Incertidumbre. La gestión de la incertidumbre se ha vuelto un tema de conversación. Ya no hay nada completamente seguro. Son tiempos de confusión, con más preguntas que respuestas. Los riesgos en los proyectos aumentan, y lograr minimizarlos, es clave.

3) Complejidad. Tomar decisiones se ha hecho más complicado, dada la multiplicidad de variables que involucran los nuevos procesos. Y muchas veces es difícil encontrar la conexión entre las causas y los efectos de las cosas, o dependen de circunstancias que escapan a nuestro control.

4) Ambigüedad. Ninguna interpretación es clara. La volatilidad, incertidumbre y complejidad de las cosas así lo determinan. No existen las garantías y existen más significados posibles que condicionantes, lo cual reduce la posibilidad de identificar amenazas y oportunidades con precisión y eficiencia.

Estas 4 circunstancias definen el contexto en el cual las empresas viven su presente y enfrentan su futuro.

Ahora bien, ¿Qué hacer ante este estado de cosas?

Las respuestas son 3: la adaptación, inteligencia emocional y flexibilidad, que desarrollaremos a continuación.

1) Adaptación. Como alguna vez dijera Charles Darwin, no sobrevive el más fuerte, sino quien mejor se adapta a su entorno. Por eso, es importante adaptarse a los cambios, capacitarse y tener una actitud constructiva y resiliente ante las demandas del entorno.

Cuestiona tus creencias y mantente alerta, que la transformación digital no te agarre fuera de base. Procura aumentar tu tiempo de reacción ante la incertidumbre, las reglas y situaciones inesperadas pueden exigir de ti que ensayes nuevas respuestas.

Si trabajas en equipo, busca feed-backs en tus pares. La retroalimentación puede hacer la diferencia para encontrar soluciones.

2) Inteligencia Emocional. Como dice Daniel Goleman en su libro “La inteligencia en la empresa, la inteligencia emocional no significa simplemente ser simpático”. “Significa manejar los sentimientos adecuadamente y con efectividad, permitiendo que las personas trabajen sin roces en busca de una meta común”.

Además de habilidades duras, son relevantes las habilidades blandas como el autoconocimiento, la empatía, las actitudes positivas y colaborativas de trabajo, el diálogo fluido y la transparencia, procurando evitar los conflictos que pudieran afectar la armonía con los compañeros de trabajo.

Y muy importante, estar siempre abiertos a la innovación y a la creatividad, manteniendo la debida tolerancia al error, inevitable en los escenarios volátiles

3) Y, por último, la flexibilidad, que sin duda se solapa en buena medida con las 2 características antes mencionadas.

En entornos VICA es indispensable ser flexible y de rápida respuesta. Mostrar agilidad para enfrentar las cambiantes exigencias laborales, recurrir a la intuición y ser muy observador para captar esos pequeños detalles que esconden los procesos, son rasgos que en un momento dado hacen la diferencia.

Otros rasgos deseables son el optimismo, la buena disposición, y muy necesario, la visión holística o de conjunto que nos permita encontrar nuevas posibilidades ante las situaciones imprevistas.

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